La producción de flores en México ha prosperado en los últimos años. Gracias al clima templado que hay casi todo el año en el centro del país se pueden producir flores en todas las estaciones. El cultivo de flores en México se practica desde antes de la época prehispánica, y constantemente se descubren mejoras, como producir flores en invernadero.

Precisamente gracias al clima templado en el centro del país, en el Estado de México es donde se producen más del noventa por ciento de las flores en México. Poco a poco ha crecido su potencial de exportación (un veinte por ciento de la producción en 2020 según la SADER) y se espera que crezca aún más por las grandes posibilidades de cultivo.

Los crisantemos, las rosas, las gladiolas, y las gerberas son las principales flores que se cultivan en México, de acuerdo con la Secretaría de Agricultura y desarrollo Rural (SADER).

Existen dos tipos de cultivo de flores en México: a cielo abierto o invernadero. Sin embargo, las ventajas del invernadero han hecho que se prefiera este método, sobre todo en la Ciudad de México y los alrededores. Los invernaderos ayudan a tener mejor control sobre las condiciones ambientales, especialmente en cuestiones de temperatura, luz, y agua de riego. Conocer algunos consejos sobre cómo producir flores en invernadero puede ayudar a mejorar la producción y el rendimiento de cada uno de los mismos.

• Conocer la mejor estación para la siembra

Aunque puede variar dependiendo del tipo de flor, la temperatura ideal para los cultivos de flores va entre los quince y veinticinco grados centígrados. Es importante notar que esa temperatura debe ser la mínima y la máxima durante la noche o el día. En este sentido, sembrar en primavera puede tener algunas ventajas. En el verano, los días tienen mucho sol directo y pueden ser muy calurosos en algunas ciudades. Por otro lado, en otoño el frío comienza a aumentar cada día, y vendrá el invierno cuando las flores estén creciendo y si no se cuenta con un invernadero, puede no ser el mejor momento para ellas.

Los invernaderos en particular son ideales para la regulación de la temperatura. Sin embargo, al ser la primavera la estación natural de la germinación de flores, se puede aprovechar el clima mismo para optimizar la producción en invernaderos.

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• Tener el mejor sistema de riego

Los mejores sistemas de riego para los invernaderos son por aspersión y sistemas de riego por goteo. Cada uno de ellos tiene diversas ventajas, pero es importante utilizar el que sea ideal para cada especie.

El sistema de riego por aspersión lanza agua a presión sobre ciertas áreas, imitando a la lluvia. Es muy efectivo en ese sentido, ya que la lluvia es la forma de natural en que las plantas reciben agua. Sin embargo, las flores pueden beneficiarse más del sistema de riego por goteo. Este método se instala sobre la tierra o muy cerca de ella, y deja caer gotas más cerca de las raíces, de forma directa. Las plantas toman el agua por las mismas, donde se reparte desde el tallo hasta las hojas, flores, y frutos.

Es importante evitar que los cultivos de flores reciban agua en exceso, por que podrían debilitarse e incluso podrirse. Un sistema de riego por aspersión puede hacer que las gotas de agua se mantengan durante mucho tiempo en los pétalos u hojas de las plantas, fomentando el crecimiento de hongos o bacterias. En rieggo podrás encontrar información y obtener asesoría sobre estos sistemas de riego. La tecnología de rieggo puede ayudar a monitorear los cultivos para darles la cantidad adecuada de agua para aprovecharla al máximo y aumentar el rendimiento de los mismos.

• Aprovechar la luz solar

Una ventaja más de los invernaderos es la cantidad de luz solar que se deja entrar. Las flores se benefician de la luz natural del sol. Aunque se debe cuidar no tener temperaturas más altas de entre los veinticinco y veintisiete grados centígrados, así como mucha luz solar directa, sí que ayuda a mejorar el rendimiento del cultivo mantener las flores con luz natural.

Es recomendable mantener el invernadero en óptimas condiciones. Se debe dar mantenimiento de forma periódica para continuar con su máxima funcionalidad. Los techos son la principal fuente de luz y el mantenimiento de ellos permite el excelente desarrollo de la producción en los cultivos.

• Optimizar la uniformidad del cultivo

Como agricultores, es importante mantener cultivos uniformes para asegurar una mejor comercialización. Sin embargo, al ser plantas para decoración, las flores requieren un mayor cuidado en la uniformidad. Un invernadero puede servir para cumplir este objetivo.

Además de controlar la luz y la temperatura, también se pueden evitar heladas y ventiscas. En un invernadero, el viento es también controlado o anulado según sea necesario. Las flores son de los cultivos más afectados por fuertes vientos, a diferencia de la mayoría de los frutos.

• Utilizar sustratos de calidad

En un invernadero se puede utilizar sustratos adecuados de calidad. En agricultura a cielo abierto, se debe aprovechar el suelo que se tiene, ya que no siempre se puede modificar. Los invernaderos tienen la posibilidad de poder sembrar en el suelo existente o en recipientes colocando un sustrato adecuado. Sobre todo, para flores que se venden en macetas como las orquídeas, azaleas, hortensias, o nochebuenas—además de muchas otras—, personalizar el sustrato utilizado puede ser muy beneficioso para ellas. La tecnología de rieggo es muy importante también en el sustrato, ya que se pueden colocar sensores con los cuales monitorear el cultivo.