Para conocer cómo cultivar pepino, es importante primero conocer todas sus características. El pepino es una planta cucurbitácea con un fruto de muchas variedades. La planta en sí es trepadora, el tallo principal es anguloso y tiene hojas verdes y grandes. En las axilas de las hojas brotan unos pequeños rizos llamados zarcillos que ayudan a la planta a sostenerse y balancearse. Las flores son amarillas, casi siempre unisexuales, y nacen de los brotes secundarios de las hojas.

El fruto es generalmente verde pero llega a tener un color amarillento o naranja en su maduración. Es una baya carnosa de piel lisa o rugosa según su especie. La pulpa es verde muy claro, casi blanca en algunas ocasiones, con semillas ovaladas y planas, repartidas a lo largo del fruto.

En cuanto a su clima y humedad ideales, el pepino es una planta que requiere una temperatura óptima diurna entre los veinte y treinta grados centígrados. De haber mayores temperaturas, es probable que se fomente una producción precoz. Requiere una humedad relativa óptima—relación entre cantidad de vapor de agua en el aire y la máxima cantidad que el aire sería capaz de contener a esa temperatura—durante el día de entre 60 y 70%, y durante la noche entre 70 y 90%. Esta planta que crece, fructifica, y florece incluso en invierno donde los días son más cortos, aunque sí aumenta la producción durante los días de mayor calor. Requiere un pH óptimo entre cinco y medio y siete.

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Diferentes formas de cultivo para el pepino

No hay una sola respuesta sobre cómo cultivar pepino, ya que puede crecer en invernadero o en campo abierto. Uno de los puntos más importantes, como con cualquier cultivo, es la preparación de la tierra. El suelo debe tener gran cantidad de exposición al sol y ser drenado y suelto, y con gran cantidad de materia orgánica. Algunos expertos recomiendan usar composta de estiércol de caballo y quitar toda la maleza antes de sembrar. En hoyos de 30 centímetros, se planta el pepino y se rellena el hoyo con una mezcla de 50% tierra y 50% el estiércol o composta.

Se puede germinar directamente las semillas o trasplantar, lo que por lo general da un periodo más corto de producción, aunque eleva el costo. Para la siembra a campo abierto, debe considerarse hacerlo al final de la última helada y cubrir los primeros retoños para que no sean afectados por el frío.

Es importante también tomar en cuenta la distancia entre las plantas para permitir el crecimiento adecuado de las raíces. El sistema radicular consta de una raíz principal, que se divide en ramificaciones secundarias alargadas y de color blanco. Este crecimiento de red requiere espacio. Se debe dejar entre sesenta centímetros y un metro de distancia entre cada siembra, de modo que se les dé permiso a las raíces de expandirse. Al salir la primera hoja, se le somete a un estrés hídrico para estimular el crecimiento de este sistema.  

Al ser una planta trepadora, es ideal utilizar una maya para ayudarla a crecer. En caso de uso comercial—los pepinos que se venderán de forma masiva—se cortan las flores de los primeros tres nudos, ya que, al estar tan cerca del suelo, los pepinos crecerán curvos y muchas veces no se logran vender al buscar uniformidad en el fruto.

Sistema de riego ideal para el cultivo de pepino

Hay diversos sistemas de riego y es importante encontrar el más adecuado para cada cultivo. Para el cultivo del pepino, el riego por goteo o aspersión son los más útiles para generar el mayor rendimiento del cultivo. El riego por aspersión es un tipo de riego que lanza agua a presión en un área determinada, cayendo sobre el cultivo tratando de imitar el agua de lluvia. En los cultivos son por lo general estacionarios, de forma que no se pueden mover y cubren casi siempre la misma área. El riego con pivotes es un tipo de riego por aspersión que mueve unos pivotes sobre el cultivo para hacer que le caiga agua. Aunque este tipo de riego es muy útil para el pepino, se desperdicia mucho recurso, por lo que es mucho más recomendable el riego por goteo.

El riego por goteo es un tipo de riego que suelta pequeñas cantidades de agua, ya sea dentro o sobre la tierra, de forma que entra en contacto directamente con las raíces. Este tipo de riego es el ideal para el pepino, ya que se puede regular la cantidad de agua y la periodicidad con la que se sueltan las gotas, de modo que se ahorra agua y se sube el rendimiento del cultivo. El pepino necesita mucha humedad, por lo que al mantener el suelo húmedo se tendrán frutos más jugosos.

La mejor opción para sistemas de riego, para cultivos como el pepino, es rieggo. Que ofrece servicios de financiamiento en sistemas de riego por goteo y microaspersión, con tasas atractivas y con tramites muy ágiles. Cuenta con el respaldo de Rotoplas, que es experto en agua desde hace más de cuarenta años, por lo que se tiene la seguridad de obtener el mejor servicio y garantía.

Primeramente, rieggo hace un análisis en el que se hace un diagnóstico del sistema de riego actual para saber cómo se puede mejorar. Posteriormente se hace una propuesta, así como un plan de arrendamiento adecuado a las necesidades del agricultor. La propuesta se diseña y desarrolla en el tiempo que se tenga acordado, por lo que siempre estará a tiempo para las necesidades del cultivo. También ofrece toda la tecnología y materiales necesarios para la instalación de invernaderos de baja, media y alta tecnología.

Gracias a la tecnología de monitoreo de rieggo, podemos medir la humedad y conductividad el suelo para regar con la cantidad exacta de nutrientes en el lugar correcto y en el momento preciso. Sobre todo, en el riego por goteo para el cultivo de pepino, es muy importante poder monitorear estos indicadores. Esto se puede hacer desde un dispositivo móvil, donde vemos la salud del cultivo, humedad, conductividad, monitoreo ambiental e imágenes satelitales. De igual forma, se puede monitorear la calidad y cantidad del agua, midiendo el pH de la misma, así como su turbidez, oxígeno disuelto, caudal y volumen, todo desde un teléfono inteligente, buscando hasta un incremento del 15% el rendimiento del cultivo, mientras se disminuye hasta un 30% del uso de agua.