El riego hidropónico o hidroponía es un método en el que se hacen cultivos sin necesidad de suelo. En estos cultivos, las plantas se colocan en estructuras con disoluciones minerales disueltas en agua, junto con algunos fertilizantes o algunos tipos de suelo como arena, perlita, grava, o algunos elementos químicos. Las raíces reciben estos nutrientes y la planta puede crecer de forma óptima.

En el riego hidropónico, las plantas absorben los elementos necesarios por medio de iones y minerales disueltos en el agua. En esencia es lo mismo que sucede en el suelo, el cual funciona como reserva de estos minerales, pero no es realmente esencial para el crecimiento de la planta. La hidroponía se ha vuelto muy popular ya que cualquier planta que crece en el suelo se puede dar de esta forma—aunque algunas lo hacen mejor que otras—, resultando muy útil en lugares donde el clima es extremo, o la tierra no es muy fértil. Incluso muchas personas lo han tomado como un pasatiempo para hacerlo a menor escala, además de ser un estándar para la investigación botánica.

En particular el cultivo de la fresa ha encontrado muchas dificultades al plantarse en el suelo. Algunos agricultores han encontrado que la hidroponía tiene grandes beneficios para este cultivo y se ha buscado cada vez más, cultivarse por este método.

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Control sobre las variables del cultivo

Uno de los principales beneficios del cultivo y riego hidropónico es el control que se tiene sobre las variables del cultivo. En el caso de las fresas en particular, se puede hacer en interior donde se puede regular la luz, el clima, y sobre todo, el riego. Principalmente este método ayuda a prevenir enfermedades y plagas como la araña roja.

Con la hidroponía también se tiene control sobre el espacio. Al hacerse en interior y no requerir estar las plantas en el suelo, se pueden armar maceteros de forma vertical o híbrido, extendiéndose hacia arriba y hacia los lados. Al hacerlo de esta forma, no se ocupan tantos metros cuadrados en el cultivo.

Sistema de riego hidropónico por goteo

El mejor riego para la hidroponía es el sistema de riego por goteo. Este sistema de riego aplica pequeñas gotas directamente en las raíces. Si este método de cultivo se utiliza en interiores, es mejor usar un sistema de riego por goteo, de forma que sean las raíces las que reciban directamente el agua y los nutrientes disueltos en ella. La fresa no requerirá crecer demasiado para buscar agua, ni dar frutos, por lo que al recibirla de esta forma también se apoya a que se ocupe menos espacio.

El riego por goteo resulta muy útil para estos cultivos. Sobre todo en el caso de las fresas, otros tipos de riego pueden humedecer las hojas, causando enfermedades y crecimiento de hongos como el moho gris. La mejor opción es que las fresas reciban el agua directamente en las raíces. Con este tipo de riego se puede controlar y monitorear la cantidad de agua que reciben, así como la periodicidad en la que se riega. Gracias la tecnología utilizada por rieggo, se hace directamente en una aplicación con cualquier dispositivo móvil.

Genética de la fresa y sistemas de producción

Para plantar la fresa a gran escala, es muy común que se utilice un cultivo domesticado híbrido para tener una mejor calidad. En este sentido, el riego hidropónico resulta el ideal para este tipo de cultivos. Cuando se utiliza un híbrido o alguna especie domesticada, es mejor tener el control de todo el ambiente, y no solamente del riego. Dependiendo de la situación geográfica es importante conocer los nutrientes que se necesitan, así como especificaciones particulares, pero siempre será un gran beneficio poder asegurarse de controlar algunas de las variables.

Por otro lado, las fresas pueden utilizar diversos sistemas de producción al plantarse de forma hidropónica. Existen desde recipientes fabricados especialmente para la producción de fresas que se suspenden en rieles o, algunas tuberías o canaleras. Esto es una gran ventaja, ya que no se requiere un sistema muy específico para la producción.

Crecimiento y cosecha más rápidos

Las fresas se deben cosechar diariamente o dos veces al día en temporadas más calurosas o de mucha luz. Se considera que pueden estar maduras entre un cincuenta y setenta y cinco por ciento. Es un gran beneficio el cultivo y riego hidropónico para la cosecha de las fresas, ya que permite que el fruto madure más en planta antes de cosecharse. Aun así, no debe permitirse que la maduración sea excesiva, ya que pueden llegar de menor calidad al consumidor. El cáliz debe quedarse en la fruta sin que el tallo sea muy grande para que no dañe a otras fresas al empacarse.

Control sobre las plagas y enfermedades de las fresas

Las fresas son propensas a muchas plagas y enfermedades. Principalmente son algunos insectos y ácaros los que infestan las fresas, sobre todo la araña roja. Esta última es la plaga más común en las fresas y es muy posible evitarla en un ambiente controlado como en el cultivo hidropónico. Los ácaros, por otro lado, disminuyen el vigor de las plantas, dañan las hojas, y reducen la fotosíntesis.

La principal enfermedad que atrae la fresa es el moho gris o botritis. Afecta a las plantas mientras florecen y no se puede detectar hasta que las frutas se desarrollen. Es importante mantener un ambiente controlado para evitar que se desarrolle esta u otras enfermedades.