Cada año, el 22 de marzo, se conmemora el Día Mundial del Agua, y es una perfecta oportunidad para crear conciencia sobre la importancia de este recurso. Este día fue propuesto en 1992 durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo en Río de Janeiro, con el propósito de recordar la relevancia del líquido vital, además de hacer conciencia de la escasez y crisis mundial del agua, sobre todo, en la agricultura que es uno de los sectores donde más se utiliza. La importancia de los sistemas de riego juega un papel fundamental en el aprovechamiento de este recurso.

El agua es indispensable para la vida y los procesos naturales del planeta. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) busca constantemente manejar la crisis que existe en el mundo por la poca cantidad de agua que los seres humanos pueden consumir. Menos del 3% del agua en el planeta es lo que se considera agua dulce, que significa que no es agua de mar y se puede utilizar para beber. Esta poca cantidad es lo que hace que constantemente se busquen formas de cuidarla y optimizar su uso lo mejor posible.

Importancia de los sistemas de riego

Un sistema de riego es un conjunto de elementos y estructuras que hacen posible el riego en un determinado lugar. Por lo general se hacen estos sistemas en cultivos, sin importar su tamaño. Instalar un sistema de riego permite regar todas las plantas al mismo tiempo, optimizando tiempo, agua, y energía.

La importancia de los sistemas de riego radica en la optimización. El tiempo que se utiliza, sobre todo en los grandes cultivos para asegurarse que todos reciban la misma cantidad de agua, puede ser mejor utilizado para otras tareas. De igual forma, un sistema de riego puede utilizar mucha energía para transportar el agua uniformemente a todo el huerto o cultivo. Sin importar el tipo de sistema de riego, estos envían el agua a base de bombeo, que es generalmente automatizado con energía, que puede ser muy costosa si no se cuida su uso. En cuanto al agua, los sistemas de riego usan la menor cantidad de agua posible, con la mínima energía necesaria, optimizando el proceso.

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Es importante notar que las plantas absorben el agua por las raíces y de aquí se transporta a todas las partes del fruto. Las plantas pueden llegar a componerse por hasta noventa por ciento de agua, por lo que es muy importante que se mantengan hidratadas.

Teniendo lo anterior en mente, hay muchos tipos de sistemas de riego, aunque se pueden dividir en dos grandes grupos: superficial y subterráneo. Los sistemas de riego superficiales como son aspersión, microaspersión, nebulización, y pivotes, funcionan de diferente forma, pero todas con el objetivo de hidratar a las plantas por fuera y que la tierra absorba el agua para llevarla a las raíces. Este tipo de riego resulta desafiante en verano o en días calurosos, ya que el agua se evapora más rápido, haciendo que se utilice más agua y energía para el riego.

Por otro lado, el sistema de riego por goteo enterrado es un sistema de riego subterráneo. Funciona liberando gotas de agua durante ciertos intervalos de tiempo y se encuentra enterrado, más cerca de las raíces. El riego por goteo resulta muy eficiente, ya que libera el agua de forma localizada y lenta en la planta.

La tecnología en el riego

Utilizar un sistema de riego por goteo tiene muchos beneficios. Los sistemas de riego superficiales pueden fomentar el crecimiento de hierbas que no se necesitan en los cultivos o incluso pueden ser invasoras. Los sistemas de riego por goteo tienen unos dispositivos (goteros) que se adhieren a un tubo largo y delgado y poco a poco sueltan gotas dirigidas a las raíces de las plantas. Estos dispositivos hoy en día se pueden encontrar automatizados y se pueden manejar mediante un dispositivo móvil.

El uso de la tecnología en el riego es crucial para optimizar el cuidado del agua, sobre todo en el marco del Día Mundial del Agua. Gracias a la tecnología en irrigación es posible usar sólo el agua necesaria en el lugar adecuado con sólo la energía requerida.

El uso de la tecnología en los sistemas de riego también ayuda a disminuir el agua que se pierde o acumula en la superficie. Al regar de forma superficial, se acumula agua en la tierra o en las hojas que no necesitan las plantas, lo que fomenta crecimiento de malas hierbas, ahogo de raíces, o crecimiento de hongos. Este tipo de riego también evita erosión en la tierra, lo que puede crear surcos innecesarios a largo plazo.

Además de todos los beneficios que permite controlar la cantidad de agua que se le da a las plantas, la tecnología en el riego por goteo también permitió una parte esencial para el rendimiento óptimo de los cultivos: el reparto de nutrientes. Con el riego por goteo se puede controlar adecuadamente y de forma óptima los nutrientes que reciben las plantas. Cada cultivo tiene necesidades específicas y este tipo de sistema de riego permite colocar directamente en las raíces los nutrientes necesarios, permitiendo que las plantas los aprovechen al máximo. La tecnología lo hace un sistema de riego completo y óptimo que favorece el cuidado de las plantas y el rendimiento de las mismas para su cosecha.