Fresas frescas todo el año: descubre los beneficios del cultivo hidropónico
El tipo de riego de la fresa es una de las decisiones más estratégicas cuando se busca una producción eficiente, rentable, y sostenible en agricultura a gran escala.
Hoy por hoy, el cambio climático, la escasez de agua, y la demanda constante del mercado ejercen presión sobre los productores, y es entonces que la hidroponía ha emergido como una alternativa tecnológica capaz de garantizar fresas frescas durante todo el año.
Este sistema, lejos de ser una tendencia pasajera, se está consolidando como la vía más efectiva para obtener una producción homogénea, estable y con altos estándares de calidad.
¿Qué es la hidroponía y cómo funciona con las fresas?
La hidroponía es una técnica de cultivo sin suelo, donde las plantas crecen en soluciones acuosas ricas en nutrientes o en sustratos inertes como perlita, fibra de coco, o lana de roca. En el caso del cultivo de fresas, este sistema permite que las raíces se desarrollen en un ambiente controlado, recibiendo exactamente la cantidad de agua, oxígeno y nutrientes necesarios para su óptimo desarrollo.
Uno de los pilares de la hidroponía es el tipo de riego de la fresa, ya que una gestión precisa del agua garantiza no solo el crecimiento vigoroso de la planta, sino también la calidad de los frutos.
En estos sistemas, el riego se automatiza y se adapta en función de parámetros como la etapa de desarrollo, el clima y la concentración de nutrientes, lo que permite una nutrición personalizada para cada lote de fresas.
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Ahorro significativo de agua y recursos
Uno de los beneficios más destacados del cultivo hidropónico de fresas es el ahorro de agua. A diferencia de los cultivos tradicionales en suelo, donde gran parte del recurso hídrico se pierde por evaporación o escorrentía, en hidroponía el agua circula en un sistema cerrado, se reutiliza y se dosifica con precisión.
Esto significa que el tipo de riego de la fresa se convierte en una herramienta de eficiencia, utilizando hasta un 90% menos agua en comparación con los métodos convencionales.
Además del ahorro hídrico, la hidroponía también reduce el uso de fertilizantes y pesticidas, ya que el ambiente controlado minimiza la presencia de plagas y enfermedades, reduciendo la necesidad de insumos químicos y favoreciendo un enfoque más sostenible y amigable con el medio ambiente.
Menos plagas, menos pérdidas
Las fresas son particularmente vulnerables a diversas plagas y enfermedades que se encuentran comúnmente en suelos contaminados o en ambientes con alta humedad.
Sin embargo, al eliminar el suelo del proceso de cultivo, la hidroponía reduce drásticamente la exposición a estos factores de riesgo. Al tener un sistema cerrado, se evita la propagación de hongos, bacterias y nematodos, lo que a su vez disminuye las pérdidas por productos no comercializables.
Este nivel de protección es posible gracias a la implementación de un tipo de riego de la fresa que regula no solo el volumen de agua, sino también su calidad. El uso de filtros, sensores y soluciones nutritivas tratadas permite mantener un entorno libre de patógenos, incrementando la sanidad vegetal y prolongando la vida útil de los cultivos.
Producción homogénea y estable durante todo el año
Uno de los principales desafíos del cultivo tradicional es la dependencia de las condiciones climáticas. La hidroponía elimina esta barrera al trasladar el cultivo a un entorno totalmente controlado, generalmente dentro de invernaderos. Esto permite a los productores cultivar fresas los 365 días del año, sin interrupciones por temporadas, heladas, lluvias o sequías.
Gracias al control de temperatura, humedad, luz y nutrientes, los frutos obtenidos en hidroponía son uniformes en tamaño, sabor y color. Este nivel de estandarización es altamente valorado por los mercados nacionales e internacionales, que exigen productos de alta calidad de forma constante. Aquí es donde el tipo de riego de la fresa vuelve a jugar un papel clave, al garantizar que cada planta reciba la misma cantidad de recursos, lo que se traduce en una producción equilibrada.
Soluciones integrales para fresas hidropónicas con rieggo
Para que un proyecto hidropónico tenga éxito a gran escala, se requiere más que conocimiento técnico; se necesitan soluciones integrales que acompañen al productor desde la planeación hasta la operación diaria. En este contexto, rieggo se ha posicionado como un aliado estratégico para quienes buscan innovar en el cultivo de fresas.
En particular, rieggo ofrece la planeación y desarrollo de invernaderos llave en mano, diseñados específicamente para cultivos hidropónicos de alta demanda como la fresa. Estos invernaderos están equipados con sistemas de ventilación, calefacción, iluminación artificial, y automatización, que aseguran un microclima ideal durante todo el año.
Por otro lado, rieggo cuenta con el sistema de riego ideal para hidroponía, basado en tecnología de punta que incluye inyectores de fertilizante, líneas de riego por goteo, sensores de humedad, monitoreo remoto y programación automatizada.
Los sistemas de riego por goteo están diseñados para optimizar el tipo de riego de la fresa en función del crecimiento de la planta, evitando tanto el déficit como el exceso hídrico, lo que impacta directamente en la calidad y el rendimiento de la producción.

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Una apuesta por el futuro
La producción de fresas frescas todo el año ya no es un privilegio exclusivo de zonas con climas templados ni una tarea reservada a pequeños lotes experimentales.
Gracias a la hidroponía y al acompañamiento de expertos como rieggo, hoy es posible implementar este sistema en grandes superficies, con resultados predecibles y escalables.
Cada vez más productores están comprendiendo que elegir el tipo de riego de la fresa adecuado es clave para diferenciarse en el mercado y sostener una operación rentable a largo plazo.
Y si bien la transición a este tipo de cultivo implica una curva de aprendizaje, las ventajas a mediano y largo plazo hacen que valga la pena cada inversión.
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